31 de agosto de 2015

La calidad vs la cantidad

Mucho se habla sobre la calidad educativa y se plantean muchas alternativas teóricas de como alcanzarla, una vez dije, cuando alguien me comentaba que nuestro ejemplo era Simón Rodríguez; lo siguiente: "...si, Simón Rodríguez, hubiese tenido 30 alumnos y de las zonas mas pobres del país, pudiéramos hablar de comparación, también habría que ver que ocurre con un docente bueno de los actuales con un alumno de la talla de Simón Bolívar, a lo que no vi buenas reacciones pero aun hoy trato de insistir en el punto, no de desconocer la labor de S.R. sino la de enaltecer la de los docentes actuales y que trabajan en zonas marginales, donde los factores que determinan la calidad educativa nada tienen que ver con los planes, teorías y métodos aplicados.
En nuestra normativa legal vigente existen consideraciones muy leves al respecto y es que, en el diseño de las mismas, predomina el factor económico por encima de la calidad educativa; todos sabemos que mientras menor es la matrícula, mayor es el tiempo dedicado por el docente a cada alumno, lo que aumenta las posibilidades de una mejor educación, sin embargo, siempre se considera el factor económico y la disponibilidad para contratar el menor número posible de docentes para la mayor cantidad posible de alumnos, en este sentido estamos considerando solo el factor económico del ente contratante, que a su vez afecta el ingreso individual de cada profesional encargado de tan importante tarea, no hemos incluido la importancia de este mismo elemento en la calidad del aprendizaje por la disponibilidad de los recursos materiales necesarios para que el alumno tenga la salud, condición psíquica y social para enfrentar el reto de aprender efectivamente.
Son muchos los factores pero el económico tiene especial relevancia tanto para el receptor como el emisor en el proceso de enseñanza aprendizaje, los aspectos psicológicos, por ejemplo, pueden afectar al proceso y sus distorsiones o normalidad pueden tener como origen el aspecto material y económico. Es común en países como el nuestro, ver tanto a alumnos como a profesores distraídos, aislados del proceso por estar pendientes de las necesidades que a un nivel básico o esencial para la vida no están cubiertas.
Si se quiere evaluar a un proceso, primero hay que garantizar que este se de en las condiciones ideales para su ejecución, donde se consideren todos los aspectos que pudieran alterar su desarrollo, considerando que existen dos elementos inseparables y sostén del todo el sistema, sobre los cuales caen las dificultades sociales, requiriendo la participación del estado para garantizar que ellos no se debiliten pues sobre estos también se edifica la sociedad, país, nación y mundo del futuro cercano. Partiendo de lo anterior, no es mas importante cualquier cargo de la administración pública que el cargo de un docente, sea de la escuela o de la universidad, del sistema público o privado, no es mas importante cualquier ciudadano que un alumno en nuestro sistema educativo, hay que entender que al estado, le sale mas costoso reparar los daños de una sociedad mal educada que destinar buena parte de sus recursos en pagar bien a sus docentes y generar en nuestros niños escolarizados un entorno social sano.

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