1 de noviembre de 2021

EL PODER LO TIENE TU MENTE.

     

El mundo, no es lo que perciben nuestros sentidos y menos lo que se cree, partiendo de nuestras ideas, pues ellas dependen de la percepción ya cuestionada y limitada de nuestros órganos,


la ciencia ha demostrado a través de los enunciados de las teorías de la relatividad y la física cuántica, que el mundo es irreal, que cada cabeza es un universo, que la realidad es subjetiva y obedece a leyes que hace poco se suponían inexistentes por su absurda idea de lo posible, Albert Einstein, terminó dando la razón a todo el mundo, a la idea de Díos y creador, al practicante de la hechicería y  al resto de las ciencias, así, como a las viejas creencias de nuestros ancestros, porque es más fácil doblar el universo que viajar a velocidades máximas próximas a la de la luz, se requiere más energía para mover un electrón que para mover a un planeta, que en la cuarta dimensión el cubo es inverso, el universo está dentro de el y nuestra existencia corta y minúscula fuera, se ha demostrado que el cerebro es el único medio capaz de enlazar el mundo energético y de las ideas con el mundo 3D o físico, que todo lo que en el está de manera persistente, se hace realidad aunque pareciese imposible,  entonces, esto sirve de base para sustentar la posibilidad real de que nuestra mente y sus capacidades afecten el mundo que nos rodea. 


     Las ideas, en ocasiones son pasajeras, estas dependen de los criterios o nuestras  definiciones de vida, del entorno y de las proyecciones como individuos sobre ese espacio que nos rodea y nos afecta, sería mentir afirmar que el entorno no afecta nuestras creencias y conceptos, tanto como afirmar que nuetstra forma de pensar afecta nuestra forma de interactuar, es un círculo que a medida que se retroalimenta, crece en complejidad, es difícil entender la forma individual de interpretar la realidad y lo vemos reflejado cuando, en las mismas circunstancias, en las mismas situaciones complejas, dos seres humanos no comparten a plenitud sus ideas y cada uno ve el mundo que quiere ver, no es fácil por ello, cambiar nuestra forma de pensar, sabiendo, que con las nuevas ideas, surge una nueva perspectiva y es un requisito para la posibilidad de cambiar el universo entero.


     Hasta aquí, muy bien, cambiando ideas cambiamos de perspectivas pero el mundo sigue igual, es aquí donde se debe prestar atención y juega un papel importante, más allá de las ideas y de esa máquina orgánica, capaz de crear desde lo energético, cualquier elemento, cualquier mundo imaginable, la convicción o fe de lo esperado, de lo deseado y romper el paradigma de lo posible, fijando una base sólida de principios y hasta leyes fisicas  que rijan todo lo que se desarrolle en nuestro nuevo universo, piensa según tus principios y actuarás según tus capacidades reales en la creación de un nuevo plano, de nuevas consecuencias, virtudes y problemas, este nuevo mundo debe ser tu entorno, visto desde otros ángulos, con nuevas normas y nuevos retos, puedes jugar con todos los elementos, menos con esas bases sobre las que se fundamenta tu existencia como humano y como eje principal de tu mundo.

      Es posible entonces, ver desde nuestro interior, un mundo mejor y hasta maravilloso o podemos ver en el mismo instante y todo su entorno natural como el  mismo infierno; la diferencia descansa sobre esa actitud de ver las cosas desde el mejor ángulo y desde esa concepción filosófica y teórica que nos hacemos sobre el entorno, sus elementos y sobre nuestra existencia y esencia como humanos.



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