EXCELENTE REFLEXIÓN DE UNA VENEZOLANA. EN LA PEOR DE LAS CRISIS DE SU PAÍS.
Prof. Rita Virginia.
Ver a Maduro burlarse del joven venezolano que marchó desnudo en Caracas me hace recordar este famoso cuento, que seguramente todos hemos leído en alguna oportunidad.
El rey está desnudo…
Lo que llama la atención del cuento es que el rey sabe que está desnudo, al no ver el traje hecho con la “tela mágica que sólo puede ver quien está preparado para su cargo” pero no quiere decirlo para no quedar en evidencia.
Quienes conforman el séquito del rey saben que está desnudo, pero no lo dicen para no perder sus cargos y con ello, sus comodidades.
Pero ante la voz de un niño que lo dice y el rugido y la burla del pueblo queda todo en evidencia: El rey está desnudo. Y así ha quedado en evidencia por estos años algo que ha estado a la vista desde siempre, no desde que es presidente de Venezuela, sino desde que ha ejercido cualquiera de los cargos que se ha ganado por medio de adulancias, de bajezas, de miserias y de complicidad. Si, el rey está desnudo, ya no se puede ocultar. No lo cubre gloria alguna, ni capacidad, ni integridad, nisiquiera lo cubre algo de humanidad.
El joven venezolano caminando vestido con la mejor ropa que nos regaló Dios, la piel, contrasta aun más con un desnudo payaso que sólo sirve para generar risas falsas entre sus cómplices (porque las risas sinceras seguramente están ocultas, las burlas por la ignorancia estratosférica de un Presidente paracaidista de turno). Y así como en el cuento, al incapaz presidente a quien ni siquiera Carolina Herrera podría vestir con elegancia sólo le quedará correr y ocultar su desnudez de mente, corazón y espíritu ante un pueblo que se viste de gloria…
Prof. Rita Virginia.
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