26 de enero de 2013

LAS MUJERES.

Dicen que Dios hizo al hombre y decidió posteriormente hacerle una compañera para que no se sintiera solo, otros dicen que ellas son criaturas que ni el diablo puede dominar; o sea, ángeles y demonios a la vez para complacer ambos criterios.


En particular pienso que es una creación divina en cualesquiera de los sentidos de ese calificativo, creo firmemente que están en este mundo para hacernos compañía así como nosotros los hombres para ellas, tienen mucha inteligencia, picardía y suspicacia que saben usar muy bien en el momento justo y en la proporción exacta, también están llenas de sentimientos y susceptibilidad, representan el medio por el cual los humanos podemos hacer posible la continuidad de la especie; si en un ejercicio mental pudiéramos pensar que uno de los dos sexos desaparece en todas las especies para descartar el uso de algún animal con fines reproductivos,  seria mas fácil con la tecnología actual reemplazar al macho con alguna carga genética en el ovulo pero mas difícil es crear esa maquina que mantenga y forme a un individuo en desarrollo desde que apenas es un puñado de células. En la infancia somos muy similares, en la pubertad notamos las diferencias, de adultos ninguno de los dos sexos reconoce la superioridad del otro y ya muy maduros aceptamos la igualdad como cuando eramos infantes. La mujer no es únicamente el ser que reproduce humanos y que esta inhabilitado casi un año para engendrar otro ser, ni el hombre es el que puede reproducirse a cada tres horas por estar habilitado para ello pues somos a diferencia del resto de los animales,  individuos pensantes que formamos nuestro ser con principios o leyes que rigen nuestra actitud  y nos involucran en el desarrollo de un nuevo individuo, somos entes sociales de los cuales se derivan una serie de rutinas que impone nuestro dinamismo y que exige nuestra atención especial a la mujer, no solo durante el noviazgo o el embarazo sino también en la crianza hasta la independencia de cada hijo y hasta que nuestra pareja llegue a ser tan igual a nosotros que ya no hablemos de sexo ni de proyectos. El mundo sin las mujeres sería aburrido y además no podría existir, ellas tienen un encanto que nos enloquece y nos hace estúpidos pero es natural, esta escrito en nuestra programación, que no nos culpen por ello, en todo caso la culpa es de quien nos diseño, de quien las hizo así de bellas y de quien las hizo indispensables.

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