27 de enero de 2013

LOS PROBLEMAS Y LA PAREJA



Un mal necesario, sì, necesario y explicaré porque.

Por definición, una pareja viene a ser la unión de dos seres humanos normalmente del sexo opuesto, con un objetivo común o por lo menos un objetivo coincidente; regularmente un individuo decide unirse a otro en busca de su propio proyecto de vida, donde se supone que la persona encontrada o la que el destino, Dios, la vida o sencillamente las circunstancias le han colocado allí justamente para tal fin, reúne las condiciones necesarias para alcanzar la meta y mantenerla en el tiempo. Sin embargo, a pesar de que cada uno tenga ese mismo pensamiento hacia su propio proyecto y que cada quien en su corto o amplio conocimiento del otro piense que es posible, no hay que olvidar que en ese mismo acto se están uniendo dos mundos distintos. Observa lo siguiente:


Somos diferentes el hombre de la mujer tanto en lo físico como en nuestra forma de pensar.

Ambos han tenido vidas separadas y en consecuencia experiencias de aprendizajes y percepciones de la vida muy distintas.

Como todo humano, hemos errado antes de llegar a la pareja sea en una forma muy ínfima o exagerada pero está allí y saldrá a flote.

Todos queremos que nuestra pareja vea lo mejor de nosotros y hasta se llega a pintar bonito lo que nos parece feo, no sabiendo que nada es más bonito que la verdad en su estado original.

Cada individuo ve las cosas buenas o malas según la cultura de su entorno familiar y es necesario antes de emitir un juicio valorativo (no debe hacerse) sobre el otro considerar en lugar de sentenciar aclarar y compartir opiniones.

Es comprensible la rabia, la frustración, el llanto y otros sentimientos no deseados pero tan nobles como la sonrisa, el cariño, el mismo amor pero ojo, nunca y bajo ninguna circunstancia debe existir o justificarse ni en broma un acto de violencia y agresión de cualquiera de las partes.

El punto anterior es de vital importancia en la pareja y su relación, comprender la rabia o ira, por esos roces lógicos de adaptación, no pueden traducirse en aceptar actitudes que lleven a poner en duda el amor de uno por el otro. No se destruye lo amado, ni se le odia por momentos.

Resumiendo:

El secreto de la felicidad en pareja está en entender que ambos son socios de vida, que tienen la responsabilidad por encima del logro de su propio proyecto de vida, el logro del proyecto de vida de su conyugue, que si recordamos la definición al principio, es el mismo “unirse para alcanzar la felicidad”, pero ninguno le pertenece a nadie.

Aun cuando se hayan unido dos mundos, existe el compromiso mayor de mantenerlos unidos y crear uno común donde puedan existir ambos, donde ese encanto y capacidad de atraer con dulzura comprensión y halagos se mantengan y no mueran por comprender que ahora la meta es el final, donde decae el físico, donde nuestros intereses personales son remplazados por los intereses de los frutos de esa unión, porque a cada día es un esfuerzo hecho para lograrlo y es un lujo que no se puede permitir perder años tras años por desviaciones de nuestra intención inicial.
Debe manejarse el equilibrio entre respeto y permisividad, alegría y seriedad, jovialidad y madurez, responsabilidad y distracción, apoyo e independencia, verdad y cinismo por último amor y objetividad.

Es lógico entender, que si estas pasando por un conflicto de pareja te preguntes sobre los siguientes aspectos:


¿Cómo afectan los niños y como se resuelven?
¿Cómo afectan las finanzas y como se resuelven?
¿Cómo afecta la sociedad, sus costumbres y todo el entorno sobre tu pareja?
¿Cómo influyen tus discapacidades, tu salud sobre la actitud de tu conyugue?
¿Soy infiel, me es infiel como afecta y como lo resuelvo?


Estas preguntas serán respondidas ampliamente pero si lees nuevamente parte de esas respuestas están ahí mismo.

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