La reflexión
viene a representar el canal por el cual pasan solo las ideas permitidas hacia
un concepto específico de algo relacionado o pertinente a nuestros valores como
humanos, desde la creación hasta la actualidad existen los lados opuestos y no
tan opuestos a lo positivo o bueno, será por ello que en todo siempre
encontraremos el lado bueno, el lado opuesto y otros que no son tan opuestos.
Muchos dirán, no, no es un canal pues al reflexionar tomamos muchas ideas de
distinto índole para llegar a extraer nuestras conclusiones sobre un asunto
dado, aclaro, de que sirve reflexionar si luego de ello no terminas en una idea
hacia determinada tendencia del asunto, a caso, se puede llamar reflexión al
hecho de pensar en muchas cosas buenas y malas y no concluir por definirse
hacia alguna de ellas.
Pudiéramos
decirle a alguien o a nosotros mismos que reflexionemos un asunto, pero esto no indica el cambio de conducta, sino un
cambio interno en nuestros pensamientos que pudiera inducir a un cambio de
conducta o la reafirmación de la conducta que ya tenemos. En atención a ello deberíamos
tener, no solo el pensamiento, sino la reflexión como paso previo a toda
actitud; el humano por naturaleza piensa sin que esta acción signifique que
reflexiona, es como una especie de edición de videos sucesivos, que se repiten
en nuestras mentes y hasta llegamos a
compararlos con nuestros deseos, conveniencias y su repercusión en el entorno,
sin que lleguen al punto de reflexión.
La reflexión,
como dije al principio supone además de los pensamientos, el involucrar los
valores que poseemos con los valores que realmente debemos tener y es aquí
donde está la parte difícil del asunto. Pudiéramos pensar algo y determinar la
conveniencia o no, de acuerdo a nuestros puntos de vista derivados a su vez de
las enseñanzas de nuestro hogar, la calle, la universidad o la iglesia y
concluir en un lado especifico de un planteamiento para convertirlo en una idea
concreta, lógica y ajustada a una actitud hacia algo, hasta aquí estaría más
cerca de lo que entendemos por reflexión, sin embargo, cuando usamos la palabra
reflexión sea en primera persona o a terceros, intentamos hacer caer al
individuo en un estado de conciencia de la verdad y una actitud ajustada a sus
verdades. A pesar de que para quien toma una actitud bien fundada en sus
principios y conceptos de la vida o todos los aspectos relacionados a su
entorno, este pudiera estar del lado equivocado, recordemos que no siempre lo
popular, lo que la mayoría, lo que las ciencias dicen, lo que creemos de la
iglesia, lo que una secta, lo que mi entorno, lo que mis amistades o lo que yo
creo, está del lado del deber ser y lo correcto, solo el tiempo determina que
es falso y que es cierto, razón por la cual nos es muy necesaria una guía permanente
en el tiempo, de la cual tomar orientaciones que determinen nuestra capacidad
reflexiva. Será la certeza de nuestra rectitud; ya que, esta guía permanece
inalterable a los acontecimientos humanos y por miles de años antes y después de
nuestras generaciones.
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